Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de gestionar las emociones. En las escuelas, por ejemplo, están más preocupados por enseñarnos a ser buenos profesionales, y dejan de lado el convertirnos en personas emocionalmente inteligentes y emocionalmente sanas. La inteligencia emocional ha demostrado ser una herramienta básica para nuestra salud mental y es, sin duda, una forma de empoderarnos frente a la vida, de convertirnos en personas mucho más preparadas para el día a día. ¡Mucho más felices! Así que aquí te comparto estas 8 estrategias para que comiences a educar tu mente emocional.
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Haz un diario de emociones.
El diario de emociones es una herramienta excelente para conocer tus propias emociones y saber el efecto que éstas tienen sobre tu comportamiento. Puede parecer tonto pero créeme una vez comienzas a hacerlo los resultados serán palpables casi de inmediato. Existen distintas maneras de hacerlo pero aquí te proponemos una:
- Coge una libreta y apunta el día. Tómate 20 minutos antes de acostarte para hacer un balance de tu jornada. Anota aquellas emociones que han surgido, cómo te has sentido y cómo ha afectado esta emoción a tu comportamiento.
Este ejercicio nos ayuda con la habilidad del autoconocimiento emocional que es el comienzo de la correcta gestión de las emociones. Sin saber qué sentimos y cómo nos afectan no podremos regular nuestras emociones.
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Acéptate tal y como eres.
Puede que en ese descubrimiento personal queden revelados aspectos de tu vida que no te gustan o que te cuesta ver como positivos. Pero debes aceptarte tal y como eres. Se dice más fácil de lo que realmente se logra, pero en la medida en que te quieras a ti mismo por lo que eres capaz de hacer, por tus virtudes, tus habilidades y tu actitud ante la vida, estarás en mejores condiciones de avanzar en la comprensión de tus sentimientos y emociones y los de los demás.
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Focalízate en los pensamientos positivos y controla los negativos.
Las emociones negativas causan un gran malestar, eso ya los sabemos, sin embargo no se trata de mirar para otro lado y hacer ver que no existen. Si ya has hecho un trabajo de detección de las emociones que sientes, con los puntos anteriores, analízalas y déjalas pasar. Céntrate en las emociones positivas y a las negativas dales el valor que les toca, pero no te recrees en ellas, no te enganches. Ahora es momento de repetirte lo mucho que te quieres y lo mucho que te vas a esforzar por lograr las cosas que deseas.
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Ten una actitud positiva.
Y es que para lograr esto debes poner de tu parte. En la gestión emocional existe un componente que, en muchas ocasiones, pasamos por alto: es la voluntad. Para dominar las emociones debemos poner de nuestra parte y debemos tener una actitud positiva porque no siempre es fácil dominar las emociones. Hay una fórmula que utiliza mucho Víctor Küppers sobre el valor de una persona: V=(C+H)*A; la C es el conocimiento, la H, la habilidad y la A es la Actitud, lo importante de la fórmula es que C y la H suman pero A multiplica, y es que en la vida para todo hace falta un conocimiento y hace falta habilidad, pero lo que determina en todo caso es la actitud con lo que aplicas ese conocimiento y esa habilidad.
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Retírate a tiempo.
Pero evidentemente la actitud positiva es solo una parte de la gestión emocional. Las emociones suelen ocurrir porque un estímulo externo las dispara. Si pretendes especializarte en el arte de la inteligencia emocional, te darás cuenta de que, a veces, la mejor alternativa es no permanecer en la zona de conflicto y tomar la decisión de retirarse a tiempo. Por ejemplo, si alguien te está provocando. En estos casos, darse la vuelta y marchar es una decisión emocionalmente inteligente, esto lo hacen incluso los artistas marciales más experimentados, así que mejor lo tomamos como una práctica efectiva.
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Aprende a encajar las críticas.
Puede que lo que te esté haciendo sentir mal es no saber encajar las críticas y estar demasiado pendiente de lo que los demás piensan de ti. Eso es una mala opción, porque el bienestar emocional nace dentro de uno mismo, de tu propia interpretación del mundo. Aprender a encajar las críticas es necesario para ser una persona emocionalmente equilibrada. No olvides nunca que lo que los demás piensan de ti, no necesariamente tiene que ser tu realidad, y esa realidad solo puedes construirla tú mismo.
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Asiste a un taller o curso de gestión emocional.
Una de las mejores maneras de convertirte en una persona emocionalmente inteligente es a través de la formación. Existen gran cantidad de cursos y talleres que te ayudarán a gestionar tus emociones. Aquí te dejo un curso totalmente gratis.
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Practica Mindfulness.
Una de las estrategias más útiles para gestionar mejor las emociones es el Mindfulness o atención plena. El mindfulness en realidad es una filosofía, pero en la actualidad se emplean distintas técnicas para ponerlo en práctica. El Mindfulness es simple, pues solo requiere adoptar una manera de evaluar los eventos, caracterizada, por ejemplo, por la autocompasión, la atención en el momento presente o la mentalidad no enjuiciadora. Sin embargo, aunque sea simple, su práctica requiere voluntad y esfuerzo, por lo que no es fácil y hay que trabajarla.
Espero que te hayan sido de utilidad estas 8 estrategias para aprender a gestionar nuestras emociones.
¿Conoces alguna otra estrategia para gestionar las emociones?