Como estudiante universitario, es normal que enfrenten una gran cantidad de tareas y responsabilidades a diario. Puede ser difícil mantenerse motivado cuando hay tantas cosas que hacer y parece que no hay suficiente tiempo en el día. Sin embargo, la motivación es clave para el éxito académico y personal. Sin ella, es fácil caer en la desesperación y el agotamiento.
Afortunadamente, hay varias cosas que los estudiantes universitarios pueden hacer para mantenerse motivados y enfrentar sus tareas cotidianas. En este artículo, exploraremos 7 impulsos de motivación que pueden ayudarlos a mantenerse enfocados y lograr sus metas. Lo mejor es utilizarlos todos en algo que, por supuesto, te guste, te apasione y forme parte de la construcción de tus sueños (así es, incluso las tareas necesarias para lograr nuestros sueños pueden llegar a carecer de motivación por momentos).
Así que sin más preámbulos vamos a por esos impulsos:
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Piensa En El Resultado Final
Cualquier cosa en la que estés trabajando ahora por lo regular tiene un propósito. Independientemente de qué tan aburridas o frustrantes puedan ser las actividades necesarias para lograrlo, el resultado en sí vale la pena. Muchas personas entonces se olvidan de lo importante que será lograr el resultado final, y se enfocan en lo difícil o engorroso de actuar ahora. Si piensas en lo que será al final, será mucho más fácil convencer a tu mente y a tu cerebro, de que actuar es lo correcto.
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Tómate Un Descanso
En ocasiones nuestra motivación nos falta sencillamente porque llevamos mucho tiempo trabajando de forma consecutiva. Ya sean varias horas, o varios días, podemos sufrir agotamiento físico y también mental. Sea como sea, siempre es recomendable tomarse un descanso, y me refiero a desconectándote por completo de lo que estás haciendo (no siempre es 100% posible, pero se debe tratar al máximo de hacerlo).
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Cambia Drásticamente De Ambiente
Hacer ejercicio, ver un documental o una película o jugar videojuegos puede ser un descanso. Pero claro, si yo llevábamos todo el día sentado frente a la computadora, jugar videojuegos o ver otra película, no es mucho descanso que digamos, la cuestión es CAMBIAR de ambiente. Eso distrae a la mente y nos enfoca nuevamente al volver a la actividad.
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Escribe Una Lista De Tareas
Muchas veces nuestros problemas de motivación tienen que ver con el hecho de que tenemos muchas cosas para hacer. Si este es el caso, hay buenas noticias. Lo único que hay que hacer es escribir una lista de tareas para el día de HOY. Es decir, si tienes que realizar un trabajo completo que toma días, semanas, o incluso meses, por supuesto que es desmotivante ver «todo lo que falta». Sin embargo, si de todo ese trabajo sacas una lista de actividades que puedas realizar el día de hoy, será mucho más fácil mirar simplemente esa lista y ver que falta poco para terminar el trabajo del día. Con el tiempo sabrás exactamente qué puedes hacer en un día y cómo escoger las tareas de tu lista adecuadamente.
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Compite Con El Reloj
¿Tienes una tarea tediosa? ¡Rétate para hacerla más rápido! Aquí te dejo un ejercicio muy sencillo que seguramente te resultara efectivo:
Puedes escoger una canción, una que te ponga de buen humor, dale reproducir, y proponte terminar, antes de que la canción finalice.
Por lo regular le ganaras a la canción, si pones un poquito de tu parte incluso puede llegar a ser divertido. ¡Y solo te tomara unos 4 minutos en Total!
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Habla Con Un Amigo
A veces obviamos la importancia de las relaciones personales. En muchas ocasiones algunas palabras de aliento pueden ser la mejor motivación. Incluso los que tienen pareja, se olvidan de comentar este tipo de cosas, y desaprovechan la oportunidad de una demostración de afecto y apoyo sincero.
Hablar con alguien es de gran ayuda, sobre todo si ese «alguien» nos entiende y conoce la importancia de lo que hacemos.
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Empieza Con Lo Difícil
A veces pasa que tenemos tareas con diferentes niveles de complejidad, y por lo regular hacemos las más fáciles primero. Lo que pasa al final del día es que la complejidad ha ido aumentando y también nuestro agotamiento mental. La solución entonces es empezar con lo difícil.
Que la primer tarea de la lista sea la más compleja o difícil, de esta manera mientras más se progrese, más sencillo será continuar. Como seres humanos siempre queremos ser mejores y tener más, y una buena manera de apelar a este instinto, es demostrarnos que podemos lograr lo que nos proponemos paso a paso.
Así que éstas son unas buenas ideas que puedes aplicar, aunque quizás se me hayan pasado unas cuantas. ¿Tú qué dices?
Espero que estos impulsos de motivación te ayuden a enfrentar tus tareas cotidianas. ¡Buena suerte con tus estudios!